Bajo un soleado cielo, una barca.
Bajo un soleado cielo, una barca
se desliza calladamente
en el sueño de una tarde de verano...
Tres niñas se acurrucan muy cerca,
los ojos brillantes, el oído atento
quisieran oír un sencillo cuento...
Mucho ha ya de aquel soleado cielo,
se apagan sus ecos y su recuerdo...
El gélido otoño ha muerto aquel julio estival.
Mas su espíritu..., aún inquieta mi ánimo:
Alicia deambulando bajo cielos
que nunca ojos mortales vieron.
Aún querrán niños un cuento,
los ojos brillantes, el oído atento
acurrucándose amorosos a mi lado.
Penetran en un país de maravillas.
Soñando mientras pasan los días,
soñando mientras mueren los estíos.
Siempre deslizándose con la corriente...,
siempre flotando en ese rayo dorado...,
la vida, acaso, ¿no es más que un sueño?
El autor de este poema es Lewis Carroll el escritor de Alicia en el país de las maravillas y Lo que vio alicia a través del espejo, y otros títulos más.
Se lo dedico a su pequeña amiga Alice Lindell con quien sostuvo una relación amistosa. Aunque muchos afirmen que este escritor tenía tendencias pedófilas y que había algo mas que una simple relación amistosa con Alice Lindell, ya que hubieron muchas incognitas entre el distanciamiento radical que tuvieron durante un tiempo con la familia de Lindell, ya que Carroll tenía sitas muy asiduas con la pequeña en su casa.
Pero dejando un poco lo que puedan o no decir de este escritor, solo nos basta disfrutar de este maravilloso acróstico que le dedico a la pequeña en el libro de Lo que vio Alicia a través del espejo, ya que en la versión original de este poema Carroll le dedico este acróstico hecho con su nombre.
se desliza calladamente
en el sueño de una tarde de verano...
Tres niñas se acurrucan muy cerca,
los ojos brillantes, el oído atento
quisieran oír un sencillo cuento...
Mucho ha ya de aquel soleado cielo,
se apagan sus ecos y su recuerdo...
El gélido otoño ha muerto aquel julio estival.
Mas su espíritu..., aún inquieta mi ánimo:
Alicia deambulando bajo cielos
que nunca ojos mortales vieron.
Aún querrán niños un cuento,
los ojos brillantes, el oído atento
acurrucándose amorosos a mi lado.
Penetran en un país de maravillas.
Soñando mientras pasan los días,
soñando mientras mueren los estíos.
Siempre deslizándose con la corriente...,
siempre flotando en ese rayo dorado...,
la vida, acaso, ¿no es más que un sueño?
El autor de este poema es Lewis Carroll el escritor de Alicia en el país de las maravillas y Lo que vio alicia a través del espejo, y otros títulos más.
Se lo dedico a su pequeña amiga Alice Lindell con quien sostuvo una relación amistosa. Aunque muchos afirmen que este escritor tenía tendencias pedófilas y que había algo mas que una simple relación amistosa con Alice Lindell, ya que hubieron muchas incognitas entre el distanciamiento radical que tuvieron durante un tiempo con la familia de Lindell, ya que Carroll tenía sitas muy asiduas con la pequeña en su casa.
Pero dejando un poco lo que puedan o no decir de este escritor, solo nos basta disfrutar de este maravilloso acróstico que le dedico a la pequeña en el libro de Lo que vio Alicia a través del espejo, ya que en la versión original de este poema Carroll le dedico este acróstico hecho con su nombre.
Comentarios
un saludo desde la reminiscencia del país de las maravillas